viernes, 8 de octubre de 2010

Nuestro Primer Beso


Buenas noches queridos anticucheros. Hoy, mientras trabajaba tan “alegremente” como de costumbre (nótese mi sarcasmo) escuchaba mi adorado playlist infinito de canciones en el itunes hasta que tuvo que llegar a una dichosa canción romántica. Advierto que esta canción no tiene nada que ver con algún representativo tema amoroso de mi pasado; sin embargo, el nivel de romanticismo de la canción hizo que la lírica entre por mis oídos, recorra mi cuerpo y se cuele en mis huesos… estremeciéndome completamente y llevándome al pasado… hasta un primero de mayo del dos mil nueve, es ahí donde todo comenzó, donde oficialmente me enamoré de la manera más perdida, que probablemente haya tenido en mi vida, fue entonces donde besé por primera vez a la que hasta este momento considero… la mujer de mi vida…

Teníamos no poco más de un mes o casi dos de conocernos, nos habíamos conocido en la fiesta de su hermana y desde ese momento hubo una pequeña chispa entre los dos, es como cuando ves a una persona por primera vez y sientes una atracción misteriosa e incomprensible, bueno fuese lo que fuese… había un pequeño coqueteo implícito desde que nos conocimos. Luego de conocernos, lo único que nos quedaba era conversar a diario por MSN e incluso por teléfono, no había excusa suficiente para invitarla a salir, y menos aun, ya que cuando la conocí ella estaba con enamorado y todavía seguía con él. Poco a poco, con cada conversación… entre joda y joda nos hicimos muy buenos amigos, volviéndonos incluso confidentes de nuestros problemas…en su caso los problemas eran sobre su relación, en el mió de cualquier cosa sin importancia, entre conversa y conversa desarrollamos el coqueteo volviéndolo más confianzudo como una especie de “crónica de una muerte anunciada”…como sabiendo que todo desembocaría en una relación…o al menos en el intento de una.

Recuerdo nuestra primera “cita” como si hubiera sido ayer… se dio un martes 28 de abril… lo recuerdo muy bien, ya que quede fascinado, nunca antes me había divertido tanto en una salida al cine y sobretodo viendo la película jeje, ella salía de clases y me esperaría en el Cinemark del Jockey Plaza, yo que suelo llegar temprano a las citas (solo de placer) por cuestiones de trafico y del Orinoco esa vez llegue un poco tarde, cuando llegue incluso pensé que se había ido, ya que no la divisaba por ningún lado… preocupado por haberle fallado la llame y me dijo que se había aburrido y estaba dando vueltas por las tiendas y que pronto me daría el alcance, cuando por fin llegó… no recordaba haberla visto tan bonita en el cumple de su hermana, pude apreciar más su belleza y confieso… quede embelesado con su coqueta sonrisa y el brillo de sus brackets, me sentí probablemente como cuando Humbert vio por primera vez a su adorada Lolita, deslumbrado por la belleza y gracia de una chica con cosas de niña y de mujer a la vez.
Entramos al cine y compramos esos combos dobles de canchita con gaseosa (de la cual solo comimos la mitad, ya que la otra mitad estaría destinada al juego), nos la pasamos toda la película riendo, tirándonos canchita, haciéndonos cosquillas, entre otras cosas. Como dije antes, nunca había tenido una cita tan divertida y a la vez tan peligrosa ya que con todo lo ocurrido yo solito metía las puntas de los zapatos en una terrible arena movediza llamada amor.

Luego de la cita me quede pensando en lo que me estaba metiendo, ya que ella aun seguía con enamorado o al menos hasta ese día. Gracias a Dios, después de la cita ya estaban en un break o probablemente ya lo estaban desde antes y yo ni enterado, lo único que me importa es que mi conciencia no me jodería tanto ¿no? Así que insistí para volver a vernos, aunque ella no quisiera, creo que se dio cuenta que el coqueteo, la confianza que teníamos, lo bien que nos llevábamos y comprendíamos podrían llevar a más, de repente por eso la note un poco esquiva a volver a salir o probablemente era solo mi imaginación. El día que nos volvimos a ver (que aunque pareciese semanas, fueron tan solo 3 días) era primero de mayo, estaba asistiendo a un torneo de marinera de una primita que había venido a lima exclusivamente para bailar, mi madre y yo fuimos a verla… ya aburrido del asunto y con hambre (luego de estar toda la mañana ahí) decidí llamarla y decirle para ir a comer algo, pero nunca me contestó y yo molesto por las ansiosas ganas de verla e invitarle algo me resentí peor que chibolo de primaria. Cuando conversamos luego por MSN le recriminé (sin tener por qué) que no me conteste o que no quiera verme, cual si fuésemos pareja y luego de ello optamos por vernos cual si fuese una reconciliación. No lo pensé ni un segundo, apenas me dijo que si nos veríamos, traté de acicalarme lo más rápido posible y… a tener una cita con mi destino, ya que algo me decía que hoy todo sería diferente, y vaya que lo fue…

Salimos y primero sin ningún plan preparado fuimos a dar una vuelta por su casa, nos sentamos en un parque y a diferencia de la anterior cita donde todo fue risas y juegos, esta vez todo fue pausado, conversando sobre nuestra vida, sobre quienes somos y qué nos ha hecho ser así. Esa tarde le abrí por completo mi corazón, contándole incluso cosas que ni mis mejores amigos sabían, me sentí tan a gusto que no pude evitarlo, todo era tan diferente, el momento era tan especial y probablemente fue una de las tardes mas románticas de mi vida. Luego de conocernos bien el uno al otro, tocaba cambiar un poco el rumbo de la salida, así que partimos para miraflores (distrito de la juerga por excelencia) y entramos a un pequeño karaoke de la calle de las pizzas, ahí tomamos sangría (menciono que no soy muy bueno con el vino, ya que afecta mis sentidos) que despertaría toda la lujuria guardada desde el momento que la vi, y entre trago y trago no pude evitarlo más y di rienda suelta a todo lo contenido, mis deseos por besarla estaban desde el parque, desde la conversación, pero no sé si lo que necesitaba era el valor que te da el alcohol (o al menos usarlo de excusa, en caso me tire a la piscina sin agua), fuese lo que fuese me atreví y la bese, al inicio fueron besos calientes como si los dos hubiésemos tenido la necesidad de explotar en un beso y de sentir labio a labio todo nuestro deseo. Luego de los besos en el karaoke fuimos a comer un hamburguesa a Mc Donald’s (lugar que sería nuestro acostumbrado punto de encuentro y que probablemente odio tanto ahora, ya que me trae tantos recuerdos) y conversar de lo sucedido, con la comida y sin alcohol se supone que ya serían más claras las ideas, pero no fue así, yo seguía con las ganas de besarla y cuando disponía a dejarla en su casa lo volví a hacer, solo que esta vez ya fue diferente ya que sentí como si todo un mundo se abriera en esos besos, sentí que al fin había encontrado lo que tanto buscaba…en pocas palabras… me enamoré, se podría decir que ese o esos en todo caso fueron besos fulminantes a mi corazón, que me dejaron más decidido que nunca a luchar por lo que estaba sintiendo, eso a lo que yo extrañamente le llamo amor, lamentablemente ella no pensaba igual y creo que nunca logre cambiar su opinión…

Creo que fue suficiente por ahora de esta historia, prometo ya no aburrirlos con lo mismo, pero no me voy sin dejarles la canción que me inspiro en la mañana y que no dejo de escuchar hasta ahora, los dejo con la frase final de la canción que tiene un efecto en mi… de apretar fuerte mis dientes para no caer por todo lo que aun siento por ella.

“Hay tantos recuerdos que le dan muy duro a mi corazón”