Aunque habia pensado muchas veces nunca mas volver a escribir en este blog, hay algo que me aferra a tenerlo y expresarme cuando se viene una idea o me sucede algo que de alguna forma me marque o haga cambiar mi forma de pensar, en este momento tengo tantas historias para contar que podría llenar el blog de fantasias o verdades tan mías como ajenas, pero por ello mismo no sé si debería ya que muchas veces incluyen amigos cercanos o personas con las que he tenido algún enredo amoroso, y no se si seria justo de alguna forma revelar parte de sus vidas y sus costumbres. Una vez lei que un verdadero escritor no tiene amigos, tiene personajes con los que se alimenta y lucra inescrupulosamente, no me considero asi, primero porque no soy escritor y segundo porque aunque no lo crean las personas sobre las que he escrito hasta el momento son personas muy valiosas e importantes para mí. Por ello espero que no me juzguen al contar una vez las peripecias de un querido amigo mio, que por efecto de mantener su identidad se llamará Marcos.
Ante todo yo no soy un partidario de la infidelidad, me parece que si una persona esta en un compromiso debe entregarse totalmente a el y evitar “sacar los pies del plato” ya que lo único que conseguiras es desmerecer la relación y lastimar a la persona que supuestamente quieres, yo entiendo que pueden haber tentaciones, yo las he vivido en carne propia y con chicas mucho mas bonita de las que fueron mi pareja en su momento, pero siempre atiné a pensar “lo único que conseguiré es lastimar a una persona que quiero”, mi filosofía es, si es tanta la calentura en el momento queda una ultima salida: te vas a un baño y te masturbas, si aunque suene desagradable para muchos es mejor eso a lastimar a alguien que dices querer. Y es que cuando alguien esta con las hormonas revueltas no piensa bien, ya lo decía la película “there’s something about mary” cuando uno sale con la pistola cargada es peligroso, no te deja pensar bien, pero luego del sexo como piensas claramente e incluso le tomas mayor atención a la mujer, es porque no tienes la “leche” en la cabeza, eso, aunque lo neguemos, es muy cierto.
Bueno sin desviarme de la historia, como se imaginara mi amigo Marcos es, o al menos lo era, una joyita, es el tipo de personas que puede estar con 3 o 4 chicas a las semana, pero siempre teniendo una única enamorada, es mas desde que lo conocí sigue con la misma enamorada (la firme), la firme es una chica encantadora y aunque sea tan dulce y buena chica nadie se atrevería a decirle que es cachuda primero porque ella es feliz en la ignorancia (mi amigo la trata como reina), segundo porque el código de hombre dice como regla numero uno “un hombre nunca echa a otro hombre, si no es maricon” y tercero porque la relación es de dos y nadie debe entrometerse ni ganarse lio ajeno, punto.
Marcos tenía ya años (cinco si no me equivoco) con su chica y estaba pensando seriamente en dar el siguiente paso… “el matrisuicidio”, nuestro grupo no estaba muy sorprendido porque era algo que se veía venir, habían tenido una solida relación, casi sin altibajos y el en su loca y extraña forma de quererla, la amaba mucho. El grupo estaba mas preocupado de como iba a ser la despedida en que night club o si sería en un hotel con strippers, ese era el tema de conversación más común durante esa época, lo que si nos sorprendió al menos fue la actitud que tomo nuestro querido amigo marcos los meses en que se acercaba la tan ansiada fecha. Al principio pensaba “carajo ya estoy por casarme y me falta tanta carne por probar” o al menos esa era su actitud, y nosotros como buenos piratas acompañábamos a nuestro capitán en sus ultimas travesias antes que levante la bandera blanca de la paz y se le hunda el barco; Luego ya empezó a tomar una actitud diferente, se le veía mas como un hombre de familia y profesaba su gran amor por su futura esposa y tomo la tan sorprendente auto promesa de que no volvería a ser infiel durante los meses subsiguientes previo al matrimonio ni luego de este, pero lamentablemente como dicen los dichos “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, o “gallina que come huevo aunque le quemen el pico” y lamentablemente mi amigo no era santo de mi devoción como para no imaginar que sucumbiría ante la debilidad de la carne.
Un día como cualquiera Marcos salía tarde de su trabajo y se dirigía a su casa para luego encontrarse con su novia cuando de repente un imprudente conductor se le cruza y lo choca, el choque fue leve pero lo primero que pensó fue “carajo ya me cagaron el carro”, su carro era relativamente nuevo y además lo cuidaba como oro, por suerte el carro no tenia ni un rasguño, pero por políticas se llamo al seguro y vino una motorizada para analizar la situación. Desde que llego la señorita deslumbro a mi cofrade, según el era la típica “chola power” con una hermosa piel canela unos “ojos” impresionantes y un derriere que parecía interminable, sobre todo con esos pantalones ajustados que usan las motorizadas que hacen volar la imaginación. Ella fue muy amable con Marcos y le facilito toda la gestión incluso diciéndole que no tendría que pagar nada, el encantado por la menuda policía se portó galante y la invito a tomar un café en agradecimiento por sus servicios, ella negándose porque solo estaba cumpliendo con su trabajo, pero ante la insistencia cedió y le dijo q salía todavía en una hora, tiempo necesario para que Marcos pueda cancelar a su novia y atar todos los cabos para perpetrar su travesura.
Marcos la pasó a buscar a unas cuadras de su trabajo y conversando en el carro decidieron cambiar el café por un coctel, el como buen conocedor de todos los huariques de lima no la pensó dos veces, dijo: es miércoles vamos a un hueco en barranco que esta abierto y tiene un sours buenazos. Se enrumbaron para la ciudad de la juerga y comenzaron un tour “chupistico” de bar en bar, claro el entendido de cuales bares estén abiertos y sean “caletas” para su propósito, como dice el dicho “dios permite el pecado, mas no el escándalo” luego de un par de horas de estar libando y conversando sobre sus vidas, sus respectivas parejas se dieron cuenta que eso terminaría en un desliz para ambos, así que procuraron salir para encontrar un hotel donde apaciguar sus deseos.
Camino al lecho Marcos manejaba por barranco cuando de repente diviso el carro de su cuñado, nunca se puso tan pálido y nervioso, se imaginaba tantos años al lado de su novia al tacho, pensó que estaba cagado de verdad, trato de ocultar a la chica cuando pasaban, pero se dio cuenta que él también estaba con otra chica que no era su enamorada y al parecer muy entretenido ya que no se dio cuenta que su auto paso por su costado, entonces ya bendecido por el Dios Dionisio (Dios de la lujuria y el vino) tenía dos opciones o seguir con sus planes o aprovechar que tenía una oportunidad más en la vida para no cagarla, él estaba muy decido a hacer lo segundo, pero no vas a calentar la comida y no comerla ¿no? Así que opto por hacer las cosas correctas desde el punto de vista del tramposo, salió de lima y se fue a una playa del sur para poder tener tranquilidad.
Por suerte tenía unas latas de cerveza en su auto para no matar la empilada y seguir con la calentura, llegaron a una conocida playa, cuadro su auto al borde y comenzaron con unos besos entre tragos, Marcos aun sentía la adrenalina por lo ocurrido en Barranco y eso lo excitaba más, mientras bebía sorbos de la rubia besaba y mordisqueaba la deliciosa piel canela de la policía, entraron en su auto y mientras la desnudaba pensaba en hacerlo cuidadosamente para no derramar alcohol sobre su tapizado, primero lo intentaron en el asiento delantero ya que inclinado se prestaba para ciertas poses y sobre todo para un fellatio, mi amigo la describía como una pequeña piraña ya que sentía los roces de sus dientes como pequeños cortes o heridas como si fuesen mordiscos de aquel pez, luego se sentaron en la parte posterior donde a pesar de la oscuridad pudo apreciar la luna llena que forma su redondo y duro trasero, lo hicieron en perrito, en una especie de misionero (el auto no permitía tanta comodidad) y de cualquier pose donde se acomoden los dos, sus morenos pezones eran duros, grandes y redondos como una rodaja de tomate, el los mordía y la excitaba aún más, ella solo procuraba gemir y hacer sonidos como un animal siendo castigado, el sexo era fabuloso y sucio ya que llevaban la culpa de mochila, el ante cada gemido procedía a penetrarla más duro aun hasta que ella llego, y de qué forma llego, el que tanto había cuidado su auto ante derramar alcohol y comida, y no le gustaba que tuviese arañones, ahora estaba inundado por el elixir de pasión que había expulsado la señorita, el entre extasiado y molesto solo atino a llevarla a lima rápidamente y buscar la forma como quitar la mancha y el olor ya que al otro día tendría que salir con su novia.
Marcos se llegó a casar hace tiempo y ahora vive feliz con su esposa, según él esa fue la última vez que saco los pies del plato, no sé porque pero le creo, lo veo tan feliz ahora con el matrimonio y muy dedicado a ser un esposo ejemplar, mientras tanto nosotros su grupo de amigos seguimos con nuestra soltería y nuestras noches de chelas y aventura, algunos esperanzados a que algún día vuelva a izar la bandera de pirata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario